Así que fui cogiendo ideas de internet y como casi todas las tartas eran de fondant y yo soy más bien práctica, y me gusta que lo que se haga, sea bueno, apetitoso, bonito...y se coma....pues al final he ido adaptándola a mis gustos. El fondant queda precioso, pero al final hay que reconocer que nadie se lo come..
El resultado ha sido una tarta con 3 planchas de bizcocho, rellena de trufa y de nata (morada); la he recubierto con nata y la he decorado con alguna figura de fondant y nata.
INGREDIENTES:
Para el bizcocho genovés;
- 4 Huevos
- 120 gr Azúcar
- 1 cc vainilla
- 80 gr Harina repostería
- 40 gr cacao puro
Para empapar el bizcocho:
- 200 ml leche
- 1 Cs cacao
- 500 ml nata de montar (Asturiana o Eroski)
- 200 gr Chocolate nestlé postres
- 75 gr Azúcar
- 1 l. nata de montar (Asturiana o Eroski)
- 200 gr azúcar
- 40 gr estabilizador de nata (delayete)
- colorante violeta
- Plancha de bizcocho genovés
- Fondant de varios colores
- Nata con colorante violeta
ELABORACIÓN:
- Colocamos la primera plancha de bizcocho sobre la bandeja que vamos a presentar y la pincelamos con un poco de colacao (leche + cacao);
- La cubrimos con la crema de trufa y colocamos sobre ella la siguiente plancha de bizcocho.
- La volvemos a empapar con colacao y vertemos sobre ella la crema de nata coloreada.
- volvemos a cubrir con la última plancha de bizcocho.
- Para finalizar cubrimos toda la tarta con nata, intentando que que lisa por arriba; por los laterales, hacemos algunas decoraciones con la manga pastelera (flores, espirales o tiras,..).
- Para adornarla, en este caso he utilizado unos auriculares y una guitarra de fondant que había preparado anteriormente (y que los había congelado), y otras figuritas como corazones, estrellas y mariposas, en tonos celeste, rosa y violeta.
Nota: En esta ocasión como quería adelantar trabajo, preparé las planchas de bizcocho y las figuras de fondant con antelación y las congelé. El error es que al sacar las figuras del congelador, y al estar mucho tiempo a temperatura ambiente, el fondant empezó a ponerse un poco pegajoso y a perder consistencia...y los auriculares que tenían un poco de peso, empezaron a deformarse y se me caían hacia los lados....; en fin, ya sabéis que de los errores se aprende, y la próxima vez, en vez de congelarlos, probaré a dejarlos secar a temperatura ambiente...
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